Diseñaron un kit rápido para detectar leishmaniasis visceral canina

Se trata de una enfermedad que está emergiendo recientemente en Argentina. Por esto, la ciencia busca nuevas y rápidas pruebas de diagnóstico.

Investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) y la Universidad Nacional del Nordeste (Unne) probaron el desempeño de una prueba rápida inmunocromatográfica en tiras a base de partículas coloreadas funcionalizadas y una nueva proteína antigénica recombinante, como método visual in situ para el diagnóstico de la leishmaniasis visceral canina.

Un diagnóstico rápido y preciso de la leishmaniasis visceral canina es esencial para un programa de vigilancia eficiente. Los perros son el principal reservorio de la infección humana.

La leishmaniasis visceral es una enfermedad infecciosa zoonótica con un impacto severo en humanos y animales. La infección es transmitida por flebótomos.

Los resultados se evaluaron utilizando un ensayo Elisa interno con el mismo antígeno. Ambas pruebas produjeron resultados concordantes y la prueba inmunocromatográfica en tira mostró buena sensibilidad diagnóstica (98 %) y especificidad (95 %).

Los resultados de la prueba rápida fueron publicados recientemente en la revista científica Research in Veterinary Science. El trabajo fue realizado por Valeria García, Sergio Guerrero, Alexis Burnac, Ana Demonte, Luis Gugliotta y Verónica González.

Dado que la leishmaniasis visceral canima está emergiendo recientemente en Argentina, y también afecta a varios países, es deseable el desarrollo de nuevas y rápidas pruebas de diagnóstico en el punto de atención para diagnosticar la enfermedad. Los objetivos del presente estudio fueron evaluar el desempeño de una nueva prueba basada en partículas de látex coloreadas y una proteína antigénica recombinante (Lequidi) para la detección de anticuerpos específicos de L. infantum en una cohorte de perros en Argentina.

Enfermedad canina

“El análisis de los resultados sugirió que el nuevo ensayo presentó una buena sensibilidad y especificidad para diagnosticar leishmaniasis visceral canina, y puede ser una prueba ventajosa que podría ser particularmente útil cuando se requiere una prueba de campo rápida en encuestas de detección masiva”, señaló el grupo de estudio.

Las leishmaniasis son enfermedades infecciosas desatendidas. La leishmaniasis visceral canina es una enfermedad zoonótica causada por la especie Leishmania spp.; parásitos que se transmiten a los huéspedes vertebrados a través de la picadura de flebótomos hembra infectados.

Los perros, tanto sintomáticos como asintomáticos, son el principal reservorio doméstico de leishmaniasis visceral en el área mediterránea y en América Central y del Sur.

El perro representa un desafío único en el control de la transmisión de la leishmaniasis visceral, debido a su capacidad de moverse entre áreas rurales y urbanas; por lo tanto, es más probable experimentar infecciones simultáneas por diferentes especies de Leishmania, y puede servir como un “puente” que permite la presentación de diferentes formas clínicas de la enfermedad dentro de poblaciones endémicas.

Su relación sinantrópica con los humanos, así como su reproducción descontrolada en estas áreas, produce un efecto de dilución inversa: una población canina aumentada puede aumentar la población de parásitos, debido a la mayor disponibilidad de huéspedes susceptibles para su transmisión; esto puede conducir a una mayor transmisión a los humanos. Por lo tanto, la detección temprana de animales infectados se convirtió en un tema crítico para reducir la transmisión y representa una parte importante de la estrategia para la salud pública humana, así como para la salud y el bienestar canino.

Enfermedad mundial

La leishmaniasis visceral canina afecta a 47 países y su incidencia media anual se estima en aproximadamente 500.000 casos nuevos. En las Américas, la enfermedad es endémica en 12 países.

La prevalencia canina de leishmaniasis puede llegar al 20-40% de la población en lugares endémicos. Claramente, se requiere más investigación para optimizar el diagnóstico rápido, producir un algoritmo de vigilancia canina y prever y controlar la expansión cada vez mayor de este problema de salud pública y veterinaria descuidado potencialmente devastador.

Enfermedad emergente

La leishmaniasis visceral humana, causada por L. infantum, es una enfermedad emergente en Argentina. El primer caso no importado del país ocurrió en Posadas, provincia de Misiones, en 2006, en asociación con casos de leishmaniasis visceral canina por L. infantum en perros. En Puerto Iguazú, la infección humana y canina por L. infantum se confirmó por primera vez en 2014.

El diagnóstico preciso y rápido de leishmaniasis visceral canina es de gran importancia para iniciar un tratamiento temprano y prevenir la transmisión. El diagnóstico clínico es difícil debido a la sintomatología variable.

El diagnóstico parasitológico es el estándar de oro para el diagnóstico de leishmaniasis visceral canina. Estos se basan en el aislamiento del parásito mediante cultivo in vitro o mediante la detección de ADN del parásito mediante PCR a partir de muestras de biopsia de ganglios linfáticos o de médula ósea.

Estos procedimientos son difíciles de aplicar en condiciones de campo, porque la extracción de muestras es dolorosa para el perro, requiere personal experimentado y el aislamiento de parásitos mediante cultivo requiere mucho tiempo, es difícil y costoso.

Otras pruebas

Entre las diferentes pruebas disponibles, las más utilizadas son las de anticuerpos inmunofluorescentes (Ifat), las pruebas de aglutinación directa (DAT), el ensayo de inmunoabsorción ligado a enzimas (Elisa), los western blot y el inmunoensayo de flujo lateral (Lfia). Las herramientas serológicas proporcionan una buena precisión diagnóstica. Estos varían en el antígeno objetivo (parásito completo o proteína recombinante), facilidad de uso (tira reactiva rápida o necesidad de alguna infraestructura de laboratorio), sensibilidad, especificidad y costo. Ifat se utiliza como técnica de referencia en varios países, incluida Argentina.

Se han desarrollado varios Lfia para el diagnóstico de leishmaniasis visceral canina. En los últimos años, uno de los avances importantes en el diagnóstico indirecto de la enfermedad ha sido la producción e identificación de antígenos recombinantes.

El más utilizado es el Lfia basado en nanopartículas de oro y el antígeno Leishmania rK39, una proteína predominante en los amastigotes tisulares de L. infantum y L. donovani. El programa de leishmaniasis de Argentina utiliza Kalazar Detect™ para el diagnóstico de la enfermedad, una prueba rápida con tira reactiva rK39 disponible comercialmente.